El café de los viernes es una sección muy popular en el mundo de los blogs personales, la ideas es sencilla y encantadora: invitarte a ti como lector a tomar un café los viernes por la tarde después de nuestra jornada laboral y contarnos, como buenos amigos, qué tal nos ha ido en la semana. Así que... ¿nos tomamos un café y charlamos un ratito?
¿En cuál nos quedamos? ¡Ah sí! en el 8...
Pues los cafés al igual que yo están de vuelta, y es que si uno no se desahoga de algún modo entonces ¿cómo le hacemos?
Justo ahora me acompaña no un café sino un tesito de manzana con canela porque la cosa no anda muy bien y más vale no abusar de los irritantes; pero el caso aquí es platicar un ratito y vamos empezando porque presiento que este café del regreso no será corto.
¿Qué fue de mí? ¿Por qué desaparecí? Pues la verdad ni yo supe, de pronto la carga de trabajo, de estrés y de cosas por hacer me rebasó... y aunque ya tenía bastante material para el blog ya no pude seguir.
¿Y qué me trajo de vuelta? La vida misma... jajaja ¡lo siento! ¡qué cursi! Pero pues sí, la vida misma me puso aquí de vuelta, de hecho creo que más bien fue mi esposo cuando la semana pasada me dijo "ahora que ya tienes más tiempo deberías retomar tu blog ¿no?" a lo que mi respuesta fue "Pos sí...". ¡Y aquí estoy!
¿Y ya terminé la tesis o qué? Pues no... sigo en ello y en teoría debería enfocarme ahora en eso porque el tiempo corre. Y como sabrán el blog era algo así como un premio (más chamba) cuando tuviera avances con la tesis. Es decir, sí he tenido avances importantes: noticia ya voy con poquito más de la mitad... pero definitivamente he tenido stops en el camino que bueno me hacen seguir en ello ahora.
No sé... por la mañana hablaba con un amigo y le contaba que me sentía un poquito desanimada. Está por terminar el año y no estoy ni por asomo cerca del momento en el que según yo iba a estar para estas fechas. ¿Sabes? A principios de este año empezamos con toda la actitud pensando que este sería un gran año y que íbamos a lograr muchas cosas. Lo cierto es que bien pronto en el año la vida nos empezó a dar reveses y de esos que ya no vez pa' cuando acaben porque va uno tras otro, tras otro... Como de esas veces que sientes que se te junta todo.
Por supuesto no todo ha sido malo, también ha habido cosas muy buenas y pequeños logros que son como un apapacho para el alma. Por supuesto, también es mirar todo eso no tan bueno y pensar que también de eso aprendimos y también de eso sacamos cosas buenas.
Ahora mismo soy tesista, aprendiz, ama de casa y blogger a tiempo completo. Ese fue otro paso en este año, decidí cerrar el ciclo en un trabajo en el que estuve por 4 años y parecerá poco tiempo pero consideren que tengo 27 añitos :) Y no fue la decisión más fácil pero me había perdido, y no hablo de perderme en el sentido profesional de esa parte estoy sumamente orgullosa porque crecí y aprendí muchísimo y no me cansaré de agradecer a la vida y a las personas que me dieron la oportunidad de estar ahí. Pero me perdí en el plano personal, es cierto que soy una persona más madura y más capaz en muchos sentidos, pero también es cierto que durante ese tiempo desafié mi paciencia, mi tolerancia, mi sentido de la justicia, mis valores, mi concepto de compañerismo y trabajo en equipo y hasta se vió un poquito trastocada mi fe en la humanidad por dramático que suene. Sabía que en algún momento tendría que decidir y decidí por mi.
Así que aquí estoy tratando de hallar mi centro y nuevos caminos aunque aún no sé muy bien cómo hacerle. Tengo en la cabeza un montón de cosas que quiero hacer pero no sé por dónde empezar...
Cosas buenas tienen que venir y pongo mi fe en ello.
¿Y tú qué me cuentas? ¿Cómo has estado en este tiempo? ¿Alguna vez te has sentido así?
Pues los cafés al igual que yo están de vuelta, y es que si uno no se desahoga de algún modo entonces ¿cómo le hacemos?
Justo ahora me acompaña no un café sino un tesito de manzana con canela porque la cosa no anda muy bien y más vale no abusar de los irritantes; pero el caso aquí es platicar un ratito y vamos empezando porque presiento que este café del regreso no será corto.
¿Qué fue de mí? ¿Por qué desaparecí? Pues la verdad ni yo supe, de pronto la carga de trabajo, de estrés y de cosas por hacer me rebasó... y aunque ya tenía bastante material para el blog ya no pude seguir.
¿Y qué me trajo de vuelta? La vida misma... jajaja ¡lo siento! ¡qué cursi! Pero pues sí, la vida misma me puso aquí de vuelta, de hecho creo que más bien fue mi esposo cuando la semana pasada me dijo "ahora que ya tienes más tiempo deberías retomar tu blog ¿no?" a lo que mi respuesta fue "Pos sí...". ¡Y aquí estoy!
¿Y ya terminé la tesis o qué? Pues no... sigo en ello y en teoría debería enfocarme ahora en eso porque el tiempo corre. Y como sabrán el blog era algo así como un premio (
No sé... por la mañana hablaba con un amigo y le contaba que me sentía un poquito desanimada. Está por terminar el año y no estoy ni por asomo cerca del momento en el que según yo iba a estar para estas fechas. ¿Sabes? A principios de este año empezamos con toda la actitud pensando que este sería un gran año y que íbamos a lograr muchas cosas. Lo cierto es que bien pronto en el año la vida nos empezó a dar reveses y de esos que ya no vez pa' cuando acaben porque va uno tras otro, tras otro... Como de esas veces que sientes que se te junta todo.
Por supuesto no todo ha sido malo, también ha habido cosas muy buenas y pequeños logros que son como un apapacho para el alma. Por supuesto, también es mirar todo eso no tan bueno y pensar que también de eso aprendimos y también de eso sacamos cosas buenas.
Ahora mismo soy tesista, aprendiz, ama de casa y blogger a tiempo completo. Ese fue otro paso en este año, decidí cerrar el ciclo en un trabajo en el que estuve por 4 años y parecerá poco tiempo pero consideren que tengo 27 añitos :) Y no fue la decisión más fácil pero me había perdido, y no hablo de perderme en el sentido profesional de esa parte estoy sumamente orgullosa porque crecí y aprendí muchísimo y no me cansaré de agradecer a la vida y a las personas que me dieron la oportunidad de estar ahí. Pero me perdí en el plano personal, es cierto que soy una persona más madura y más capaz en muchos sentidos, pero también es cierto que durante ese tiempo desafié mi paciencia, mi tolerancia, mi sentido de la justicia, mis valores, mi concepto de compañerismo y trabajo en equipo y hasta se vió un poquito trastocada mi fe en la humanidad por dramático que suene. Sabía que en algún momento tendría que decidir y decidí por mi.
Así que aquí estoy tratando de hallar mi centro y nuevos caminos aunque aún no sé muy bien cómo hacerle. Tengo en la cabeza un montón de cosas que quiero hacer pero no sé por dónde empezar...
Cosas buenas tienen que venir y pongo mi fe en ello.
¿Y tú qué me cuentas? ¿Cómo has estado en este tiempo? ¿Alguna vez te has sentido así?